Se llama Carlos Bosch (el cuadro que está observando también es de él :). Un día quería comprarle uno de los cuadros que estaba elaborando, y sin ningún reparo o remordimiento, me dijo que no hacia falta, que me lo regalaría. Regalar un cuadro no es nada fácil. Pones mucho esmero, material, paciencia... prácticamente pones tu alma en el cuadro, y aún así, él me regalo, esta maravilla de cuadro, que tanta admiración me despertó desde la primera pincelada:
Yo vi como hizo el cuadro, desde la primera linea, desde la primera mancha... Muchísimas gracias Carlos, espero que todo te vaya muy bien; no puedo corresponderte con un regalo de símil valor, pero puedo hacerte un pequeño homenaje en mi blog...
Muchas gracias Carlos.
Bonita entrada, si señor. Gran hombre.
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